Las tarjetitas que nos dieron para entrar tenían un chip. Leyendo este artículo me puse a pensar: Si se lo proponen, pueden saber qué hizo cada uno, por donde se movió la gente, dónde consumió, qué vió, cuánto tiempo. El artículo es medio paranoide pero pensándolo desde el punto de vista comercial sería muy útil saber todo esto. Quién sabe...


Chipean con RFID a “zombies” en USA

Decenas de miles de jóvenes en USA participaron de un mega evento llamado Zombie Pub Crawl 2012, donde se disfrazan y maquillan de “muertos vivientes” para participar en una fiesta. Las llamadas zombie Walk tuvieron también su propia versión en Buenos Aires.

Un dato pareció haber pasado desapercibido al respecto de este evento: aprovechando vaya uno a saber qué argumento, cada “zombie” usó una pulsera de control que tenía un chip RFID de control de los participantes ed la fiesta. Probado en escuelas, en vehículos y hasta en animales, la agenda de chipeo masivo continúa implantando la idea de verosimilitud en fiestas y grandes eventos.

Así, Stark RFID (empresa abocada a la fabricación de estos chips) implementó un sistema de rastreo RFID para controlar el paradero de unos 50,000 “zombies” en el llamado Zombie Pub Crawl, evento que se realiza todos los años en Minneápolis/St. Paul con la participación de miles de personas que celebran, bailan, beben e imitan zombies, en una especie de mezcla entre una carnaval y una película de George A. Romero.

Los “zombies” participantes utilizaron pulseras que sirvieron para controlar de forma automática sus movimientos, incluyendo el control de acceso, la activación de los medios sociales y la analítica sobre la clientela.

Los lectores RFID ingresaron los datos a un software personalizado Stark EM para la gestión del evento, generando actualizaciones en tiempo real sobre la actividad zombie y el análisis estadístico, ya que los organizadores del evento esperan alcanzar un nuevo récord mundial como el encuentro zombie más grande del mundo.

Dos cuestiones deben recalcarse sobre la noticia: la primera es que el uso de estos chips por el momento buscan acostumbrar a la gente a su uso, ya sea por razones comerciales o por una oscura agenda, como suponen las teorías conspiranoicas.

Por el otro, el uso del chip pareciera tener como finalidad obtener mayor información sobre los movimientos de las personas para establecer un control sobre ellas más que para cuidarlas. De hecho, durante la mencionada fiesta zombie, los miles de chips en pulseras no alcanzaron para evitar lo que sucede cuando miles de jóvenes alcoholizados se encuentran en las calles: peleas.