LEVITAR
Anuncia su cierre

Entrevista VIE 26 MAR 2021

Por estos días, Levitar estaría cumpliendo 15 años de vida, pero nos enteramos la triste noticia de que el reducto de Palermo cierra sus puertas. Nos encontramos en una charla con Rubén Alarcón -uno de sus fundadores- para saber más sobre la decisión que tomaron, que significa una pérdida importante para la escena, habiendo sido un espacio fundamental para el crecimiento de una generación del undergound porteño.

Levitar cierre

-¿Cómo vivieron el último año con la pandemia hasta decidir el cierre?

Al principio de la pandemia creímos que en pocos meses podría volver todo a la normalidad y con ello nuestra reapertura, pero no fue así. Se extendió más de lo que pensamos y nuestra capacidad para sostener el club con las puertas cerradas mientras los gastos fijos seguían corriendo, se hacía cada vez más difícil. Hubo dos o tres fechas que trabajamos solo con la vereda, pero nos dimos cuenta que con la dimensión del local pudiendo ocupar menos del 30% de su capacidad real, no íbamos a poder sostenerlo en el tiempo. Mientras, se acumulaban deudas y se asomaba la posibilidad de que la propiedad fuese vendida. Tuvimos que replantearnos todo este tiempo si seguir alquilando a un precio que duplicaba el habitual o parar por unos meses hasta lograr un nuevo acuerdo con el propietario. Entendimos que la situación estaba complicada para ambas partes y nuestra proyección para una nueva reapertura se fue alejando.

Levitar fue mutando naturalmente por el paso del tiempo y por los cambios culturales y socio-económicos. Pero al ver que la única transformación posible “dañaba”, por así decirlo, la esencia del club decidimos cerrar y mantener nuestro adn intacto para cuando las condiciones estén dadas realmente y volver a ser lo que siempre fuimos. Un club dedicado a promover la música por sobre todas las artes y a transmitir y conectar a la gente con este mundo tan hermoso que nos motivó desde un principio. Por esto y todo lo mencionado anteriormente fue que decidimos cerrar nuestro club y no volver a abrirlo hasta que todo se vuelva a configurar nuevamente.

-¿Van a seguir activos proyectos aledaños a Levitar?

Desde que empezamos a ver un horizonte no tan alentador respecto a Levitar, decidimos emprender un nuevo proyecto que veníamos ideando hace algunos años y que iba a fusionarse paralelamente a Levitar, pero en otra locación. Así fue como nació La Comuna, un almacén orgánico y natural con tapas al paso, que desarrollamos en menos de dos meses, durante la cuarentena obligatoria. Quienes estamos detrás de este nuevo emprendimiento somos Ruben, Fabrizzio y Carlos Alarcon. Actualmente, los fines de semana estamos realizando eventos artísticos que solíamos hacer en Levitar como la feria de vinilos y eventos literarios, hasta la participación de bandas en vivo durante la tarde. Todo esto acompañado de la musicalización de djs para mantener el espíritu de Levitar. A pesar de ser un almacén y un espacio mucho más pequeño que nuestro club, intentamos mantenernos siempre rodeados de música.

Respecto al sello discografico de Levitar, siempre lo mantuvimos activo pero los primeros meses de pandemia, y tras la crisis global tuvimos que editar por primera vez en formato digital, pudiendo hacer dos EPs con artistas nacionales y a distancia. Próximamente volveremos a nuestro formato original en vinilo con varios lanzamientos por venir.

Levitar discos

-Si tenes que mencionar un par de highlights de la historia del bar ¿Cuáles serían?

Es difícil elegir los mejores momentos de tantos que han pasado, desde situaciones graciosas hasta momentos épicos que vamos a guardar para siempre. En un comienzo cuando descubrimos el local, era una casa tipo chorizo típica de Palermo, hicimos pocas modificaciones a la estructura original. Por ende, entrabas y en el patio tenías un árbol en el medio y al fondo una mini pileta donde la gente se podía meter si quería. No había mucho control al principio quizás por inocencia, pero siempre le dimos la libertad a la gente de que se sienta como en su casa y así fue hasta que nos hicieron taparla, jaja. La distribución del lugar hacía que dependiendo el mood con el que vayas, podías encontrar tu sector y pasar toda la noche ahí, chill con amigos. Por ejemplo, cuando tuvimos dos barras y dos cabinas con distinta música, había gente que solo iba al patio y otros solo a la pista, capaz ni se cruzaban, pero ambos la pasaban de lujo.

Cuando arrancamos decidimos no difundir demasiado nuestras fechas con el afán de mantenerlo lo más under posible (cosa que mantuvimos casi hasta el final) y al no usar ninguna red social como las que conocemos ahora, la convocatoria era de boca en boca. Una de esas noches allá por el 2009 en la que tocaban Violett, Gurtz y Dilo, terminaron pinchando un rato cada uno junto a Ryan Crosson y un cierre épico de Franco Cinelli. Hubo tal convocatoria que mucha gente se terminó colando por las ventanas del primer piso que daban a la calle, incluso Mathias Kaden estuvo esa noche bailando en la pista. Muchos artistas han pasado por la cabina de Levitar y muchos personajes se hicieron presentes simplemente de visita. Levitar se convirtió en una cita casi obligatoria para muchos que estaban de gira por Buenos Aires. Un día podías entrar y cruzarte a los mismísimos Technotronic y otro día a la agrupación completa de Soda Stereo.

Muchos años de sucesos, gente conociéndose, amándose, separándose, nuevas amistades y cientos de proyectos gestados, Levitar fue testigo de muchas cosas hermosas. Como decimos los mentores, ya dejó de ser nuestro, pasó a ser de la gente y ahora es parte de la historia de los clubes más emblemáticos de la escena.

Nota: Damián Levensohn

Enlaces:
Levitar en Instagram
Levitar Recordings en Soundcloud

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