KRSSV
EBM, 80's e identidad de género

Entrevista LUN 19 DIC 2022

Con un ida y vuelta propio de una conversación intima, nos encontramos con KRSSV, dúo de música EBM con gran componente de live performance. Fede y Bik llevan un gran año 2022, con presentaciones en diferentes espacios del under porteño, y se proyectan internacionalmente a través de releases en sellos foráneos.

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-Lucas Loyato: No quiero limitarme a definir lo que siento que es KRSSV, por lo que me gustaría que empecemos con ustedes definiendo qué es esto que están haciendo.

F: KRSSV es la individualización de un proyecto conjunto llamado ARPPA, que en algún momento empecé a trabajar desde mi interés en materia multimedia y audiovisual. Estaba trabajando con cine experimental en ese momento, intentando buscar un diálogo entre ambos mundos. KRSSV tiene que ver con la corrosión de la emulsión y el sonido corrosivo, el cual me terminó sumergiendo en el mundo del EBM. Empecé a explorar solito en mi compu y salió mi primer disco, pensando en TV, dispositivos audiovisuales, errores y glitches. En algún momento pensé en Bik, que era de las únicas personas que tenía cerca (gracias a Spektro) a quien le gustaba el EBM.

B: Siento que KRSSV hoy es un poco la evolución de eso, un síntoma de empezar a jugar dentro de un imaginario, que fue creciendo de manera logarítmica. Empezar desde la improvisación es una de las premisas más fuertes. Los temas nunca van a sonar de la misma manera en ningún lado, por más que sean temas ya “compuestos”, siempre están atravesados por la emocionalidad del momento y la energía de la gente, como un va y viene. Si la energía no es acorde a lo que venimos laburando, en términos de potencia, no se plasma. En cambio, cuando hay diálogo con el vivo y la energía del público, sumado a lo que nos pase en nuestra vida, la música lo demuestra.

-¿Definirían KRSSV como “EBM”?

F: Yo creo que sí, aunque también hay otras yerbas: post punk, coldwave, darkwave.

B: Hay mucho de género “música electrónica” de los 80’s, con planteos de un futuro distópico o utópico con las máquinas tomando el poder.

-¿Qué encuentran de particular en las máquinas?

B: Las máquinas tienen algo, cobran vida. Sobre todo, en vivo. A veces tienen comportamientos que no los tienen nunca. Por ejemplo, el bajo puede sonar distinto por la humedad del lugar o la electricidad.

F: Alguna vez bailando me partió la cabeza pensar que los lives de sintetizadores trabajan con la energía eléctrica del lugar. La energía pasa por las paredes, llega a los synthes, y se le devuelve a la gente. Están sujetos a la energía del lugar.


-Hay un carácter único en cada fecha.

F: Exacto. Se remonta a cómo está la gente, cómo estamos nosotras, pero también a un plano físico de la música.

B: Me gustaría también atribuirle poder a la premisa de que el EBM es la música electrónica del cuerpo. Si lo traducimos literalmente, es eso. Y hoy por hoy el cuerpo, en el siglo 21 y post-estructuralmente, es un tópico que está en agenda. El cuerpo, el sexo-género, que también lo habitamos siendo de la comunidad LGBT.

F: También cómo el EBM se volvió gay. Aunque tradicionalmente se asocia el género a la comunidad, acá siempre fue muy paki la cosa. Nosotras estamos por cumplir 24 años, lógicamente no estábamos cuando empezó todo, pero curtimos con gente más grande que sí estuvo y cuentan eso. La movida también era mucha más oscura y con más cocaína. Los escenarios del mundo hoy son fiestas queer, con perfo y disidencia.

B: Mucha cultura del post-drag, mucha mostra.

F: Claro, post género. Es la monstruosidad. Que, si es nene, nena, niñi, ya fue. Es un lugar de libertad de expresión absoluta, ni siquiera es tan implícita la lucha, es todo post.

B: Tiene bastante sentido que sea así dentro de un género que lleva el término cuerpo en su nombre.

F: Y que además parte de una idea militar. Ya no es el cuerpo máquina de Nitzer o Front.

B: Hoy es el cuerpo sin forma, totalmente abierto a la conceptualización de cada une, dentro de lo que elle quiera.

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-¿Qué es ARPPA?

F: ARPPA es un proyecto dúo que tengo junto a Sátira la Castrada. Empezamos un viaje de EBM en el 2018, con algunas presentaciones en marcos culturales y de fiesta. En 2019 tocamos en Spektro, gracias a Joaquito (Sauren Kids) y ahí nos conectamos con el grupo. Se dio una simbiosis a partir de la cual nosotras empezamos a experimentar con el Hard Techno y el Rave, la música que ponían en aquella época, y el resto del grupo con el EBM, que les parecía algo nuevo.

B: A partir de ARPPA descubrí que el EBM me gustaba mucho. Ya escuchaba Virus, Duran Duran, Charly, Depeche Mode, que en algún momento pasaron por la estética de los 80’s con riffs memorables, sintetizadores y máquinas de ritmo. Con esta música pude darle forma a todo ese imaginario que tenía en mi día a día, explorando las máquinas.

-En un mundo tan globalizado, poco a poco se pierde la identidad de cada década. Si nos remontamos al siglo anterior, cada una estuvo definida por conceptos estéticos y políticos muy particulares. En ese sentido, ¿Qué les atrae de los 80’s?

F: Yo soy fan histórico de los 80’s. El EBM lo encaré por otro lado, en vez de por Front 242, entré por cosas modernas como Schwefelgelb, Sarin, Crystal Geometry, todos re technosos. Es la idea del industrial, una cosa más moderna. Cuando me di cuenta que el EBM estaba conectado con los 80’s todo tenía sentido. El Rock de los 80’s, la música disco, la new wave, el cine.

-El House, Techno, Hip Hop, todo lo de hoy prácticamente empezó en los 80’s.

B: Me cautiva mucho la idea de que hay una posta que la gente se va pasando. De Kraftwerk a Afrika Bambaataa, al techno de Detroit o el hip hop en en Bronx. Del disco al EBM. Siento que hay una cierta responsabilidad de saber esas cosas para estar en tema.

F: Pienso también en los 80’s como la vuelta de la democracia, apertura de lugares como Cemento y el Parakultural, un montón de esos lugares que al día de hoy nos trastocan a full.

B: La música que más me cautiva a mí de esa época es en español. Por eso en KRSSV es importante el idioma, reivindicamos el español.

-Por favor, no griten en alemán (risas).

B: Ni en inglés, ni en alemán, a mí me gusta trabajar esto en castellano. Cada vez hay más mercado nacional para las letras

-Ustedes tocan live. Quiero nombre y apellidos.

B: Nos dividimos en estaciones. La mía tiene como cerebro a la Digitakt, un sampler y secuenciador de Elektron, donde hacemos las baterías y usamos samples. Programamos las secuencias y las enviamos a los synthes. En frente mío tengo el Nord Rack 2, un synthe del 97, de Nord y Clavia.

F: En mi estación, que tengo gracias a la compañera ya que el hardware es de ella, genero líneas de bajo con el Model D de Behringer, que tiene 3 osciladores y profundas posibilidades de modulación. Es una imitación del Minimoog clásico. También uso un Korg SQ de manera lineal y random. Hay un gran componente vocal, que en principio es mío, y ahora de a poco de Bika también. Las letras son fantasiosas, políticas y personales.

-Hay mucho sampling en KRSSV.

B: Sampleamos películas, cortos, discursos políticos.

F: Trabajamos más que nada cuestiones argentinas, que tengan que ver con la TV o los medios de comunicación, lo audiovisual en general.

B: Bandas históricas de acá también. Tenemos temas con samples de Los Redondos, Spinetta.

-¿Un ejemplo específico?

F: Películas como “Picado Fino” o ”La Hora de los Hornos” de Pino Solanas. Sampleamos un fragmento de una película de Alejandro Agresti llamada “El Amor es una Mujer Gorda”. Jorge de la Vega recita un texto mágico de Federico Peralta Ramos, que habla de “la hora de los magos”. Un espectáculo total. Retomando con lo de la TV, nos gusta sintonizar la tele en vivo, hacerla parte del show. Siempre tenemos una antena.

-¿Suena en vivo la TV?

B: A veces sí, la usamos para generar drones o ambientes. Pero verse, se ve siempre.

F: Encima trabajamos a la madrugada, donde hay TV muy oscura. Sprayette, el canal católico…

B: Me remite mucho a la adolescencia, a quedarme viendo la tele hasta altas horas de la madrugada. Hace poco pusimos un sample de “Fono Gay”, un portal de llamadas gays que ocurría en ese horario de trasnoche. Sucedían las conversaciones en vivo, por lo que te quedabas mirando ese homo erotismo en el momento. Es uno de los samples que más nos gustan.

F: Eso también nos gusta, es otro imaginario que escapa de la tele, pero sigue con lo melancólico y entra en el universo de lo gay. Pero lo gay “viejo”, el gay de los 90’s, del VIH, otro momento de la cultura gay. A su vez también nos trastoca este momento actual de la cultura gay.

-¿En qué momento está hoy la cultura gay?

F: De todo, acá hay de todo. Ya no es gay, en sentido de “ahí están los gays” o “ahí están las tortas”.

B: Vamos hacia un momento de la no etiqueta, luchando por querer un terreno cada vez más neutro y que lo gay deje de ser gay, simplemente sea algo cotidiano.

-Hay mucho componente de resistencia y de lucha en KRSSV. Los nombres de los tracks, las tapas de los discos, el componente performático. ¿Cómo lo ven ustedes?

F: No hay una posición tomada militante, con nombre y apellido, pero sí ante todo pienso en la cultura under y todo lo que sucede allí. Todo lo que puede pasar, y lo que no puede pasar. Ya desde ese lugar hay una acción tomada.

B: El tema de la resistencia hacia la opresión está tan arraigado a lo personal y tan adentro mío que se ve en todas las áreas de lo que hago, de manera implícita. Nuestra música es muy disruptiva, y la persona que nos viene a ver se ve muy movilizada. Se nos acercan a preguntar qué nos pasa, si estamos bien de la cabeza. Nos comparan con artistas que amamos. Además de la fiesta, la gente se come el trip con la música.

F: Abrimos las puertas a un imaginario, subjetivo o colectivo, donde vos podes meter el ojo donde quieras ver. Hay cosas que las vas a entender, cosas que no. Esa voz te va a remitir algo tuyo, y vas a flashear lo que sea.

-¿Qué fecha disfrutaron más este año?

F: Tuvimos una hace poco con Civil Hate. Estábamos rodeados de amigues, con quienes coincidimos en todos lados. Tocamos con Anti-yo y Happy707.

B: Hubo una muy buena también en Tacuarí, con Las eras y Cándido, el set salió raro pero el resto estuvo muy bien y nos complementamos.

F: También algunas que hicimos en un lugar de Congreso, que preferimos no decir el nombre, pero es un point conocido del under. Ahí se hace la Anormal por ejemplo. Pasan muchas cosas en ese lugar, es increíble. La primera vez que armamos ahí tocamos 2.20hs de set, fue brutal.

B: Ese día la verdad que lo disfruté mucho, estaba relajada. Tocó Vértigo, que es un amigo desde siempre, Lucky Strike de Las Eras, Cándido que dio cátedra de New Beat, y Balvanera.

-¿Qué hay por delante para krssv?

F: Ya recibimos los remixes para el segundo álbum de estudio de KRSSV, álbum producido por mí en la transición de lo que fue el proyecto en sus comienzos y lo que es ahora con live hardware. El mismo sale por Píldoras Tapes, un sello colombiano muy importante en el circuito y cuenta con remixes de MESHES, AntiYo, Happy707, Magnus Opus, entre otrxs. También estamos por lanzar nuestro primer trabajo de estudio en conjunto ya como KRSSV live en Miseria Records, sello berlinés dirigido por Carlos Grabstein. El release cuenta con 2 canciones originales con remixes de Rudiment, Endless Nothing y Unhealed, artistas que escuchamos mucho. Por último, tenemos confirmado un release para un V.A. en uno de los sellos más importantes del género, pero no podemos decir nada todavía.

Entrevista: Lucas Loyato
Fotos: Oloriz

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