Dejando a varios de lado porque hay muchos más a quienes habría que hacerles una reverencia cada vez que se los ve, yo me quedo con los anteriormente nombrados Steve Vai, Joe Satriani, Carlos Santana y Paco de Lucía. Pero agrego a Otmar Liebert.

A Brian May lo tengo en lo más alto.
Yo no sé si es el mejor (no creo que tal persona exista), pero ese tipo sí que pone corazón cuando toca, por Dios, a mí me puede emocionar hasta las lágrimas o ponerme la piel de gallina.
Además el sonido de esa guitarra es inconfundible. Quien lo haya escuchado aunque sea una sola vez, cuando lo vuelve a escuchar por más que no sepa quién es el que toca o no conozca el tema, se da cuenta de que es él.
Cabe destacar que esa misma guitarra que aún hoy en día sigue usando se la hizo él mismo en los '60 con ayuda de su papá, al no poder costearse la Fender Stratocaster que quería. Algunos dicen que el cuerpo es de roble y el cuello de caoba, otros que es nogal. La cuestión es que el resultado es una guitarra comparable con cualquier otra de cualquier marca, hecha a partir de una chimenea de 200 años y que también tiene partes de un cuchillo y de una moto vieja. En esa época le habrá costado unas ocho libras (16 dólares) en total.
En 1983 la marca Guild se pone en contacto con él para finalmente en 1985 terminar lanzando la BBM-1, una copia de su "Red Special".
Hablando de monedas: No siempre se usan púas para tocar. Las sixpence (seis peniques) son monedas con las que May imprimió un toque especial al sonido de su instrumento y que no estaban en circulación (hablamos de Inglaterra) desde los comienzos de los '70, pero llegando a 1993, le pidió a la Royal Mint que hiciera monedas a su gusto para usarlas. Se le habrían terminado? :p

Saludos. :)