Habré estado adentro aproximadamente... dos horas? Más no.

La entrada, al menos a la hora que fui yo, un desastre. Se hizo una cola que lo que menos tenía era organización, y avanzaba cada tanto, la verdad que no sé por qué, porque todo el mundo que estaba esperando lo único que tenía que hacer era mostrar una pulserita. A medida que llegabas a la parte de adelante de la cola, te empezaba a apretar la muchedumbre y estuve los últimos 10' todo apretujado y moviéndome de acá para allá según como se le ocurría moverse a la marea de gente.

Una vez adentro, lo más notorio fue que la concurrencia no era la misma de cualquier fiesta, y si bien a mí nunca me interesó demasiado el tipo de gente que va al evento mientras que la música sea acorde a mis expectativas, tengo que admitir que me sentí un poco dentro de Coyote, pero con Romina Cohn tocando en lugar de algun Dj pinchador de Ricky Martin. Esto no lo resalto como algo bueno ni como algo malo, simplemente es un comentario en base a lo que vi apenas entré (y que se fue reforzando a medida que me movía por el lugar).

El sonido, UN DESASTRE. Al menos para mi gusto, no se escuchó bien desde ningún lado, y los rebotes eran alevosos.

Romina Cohn puso muy buena música, pero todavía estoy tratando de descifrar si le zapatearon todas las mezclas o fue una ilusión auditiva por los rebotes de sonido que había en el pabellón. ME PARECE QUE LAS DOS COSAS.

Spitfire muy bueno, bien powaaa el rato que los vi, pero como ya dije antes, no me gustaba como sonaba todo.

Y el final llegó cuando mi novia quiso un agua mineral y fuimos a la barra y estuvimos no sé cuánto tiempo para llegar adelante de todo, para que nos dijeran que no había más. Ahí estábamos tan cerca de la puerta que preferimos irnos a la merde.

La verdad que, al menos para mi, la fiesta estuvo para atrás. Menos mal que la única plata que gasté fueron los $6 del estacionamiento.

Saludetexxx.
Diego.