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lun 19-may-2008 18:03
Hablamos de música electrónica gracias a la integración de equipos electrónicos y computarizados para la creación de sonidos y efectos diferentes que dan a cada género un concepto diferente sin cambiar las melodías de las canciones.
La música electrónica no llegó para situarse en un solo patrón musical, al contrario, son muchos los ritmos y estilos que han dejado que guitarras, samplers, secuenciadores, sintetizadores y computadoras, nutran sus sinfonías creando una verdadera revolución musical.
Un poco de historia.
Aunque parezca increíble, el nacimiento de la música electrónica se remonta a finales de siglo XIX y principios del siglo XX, cuando compositores de vanguardia pensaron en crear nuevas tecnologías para exceder los límites de instrumentos tradicionales.
Gracias a esta idea, Robert Meyer y Herbert Eimert se atrevieron a dar los primeros pasos para crear un nuevo lenguaje musical y una nueva estética aplicada a la melodía para lograr que se hablara de -la prehistoria de la electrónica-.
En los años 50, la música electrónica se inició como música experimental y comenzaron a escribirse las primeras piezas en las que se combinaban sonidos naturales con sonidos creados por instrumentos electrónicos. Entre los 60 y 70 surgieron grandes avances, no sólo se empezaron a fabricar sintetizadores y amplificadores que permitían tocar en vivo, sino que además se empezaron a incluir efectos especiales. Hoy en día, éstos son utilizados cada vez más con propósitos comerciales, desde los anuncios de televisión hasta la música para películas de ciencia-ficción.
Si bien la música electrónica comenzó dentro del ámbito académico, en pocos años fue adoptada por la cultura popular. En la década del -´60 los sintetizadores trascendieron la barrera de las elites vanguardistas. En 1968, Walter Carlos (quien luego cambió de sexo y pasó a llamarse Wendy Carlos) grabó una serie de obras de Johann Sebastian Bach en versión electrónica. En el disco (Switched-on Bach) colaboró Bob Moog, creador del considerado -primer sintetizador comercial-, entre ellos el moog y el moog modular. Para ver la trascendencia de su invento, puede chequearse la tapa de Adiós Sui Generis. Por su parte, Wendy Carlos también se basó en la electrónica para componer la banda de sonido de La Naranja Mecánica, de Stanley Kubrick.
Las primeras máquinas se desafinaban fácilmente. Sin embargo, algunos referentes del rock sinfónico y la canción se animaron a incluirlas: Keith Emerson (Emerson, Lake & Palmer) tocaba sintetizadores en vivo, mientras The Beatles incorporaba un melotrón (antecedente del sampler) en -Strawberry fields forever-.
A medida que se desarrolló la tecnología, los aparatos se volvieron más económicos y portátiles. A mediados de los -´70, el uso de la electrónica era tan común que Queen anunciaba en sus discos la ausencia de sintetizadores para diferenciarse de la moda. El sonido de las máquinas resultó la plataforma para el nacimiento de la música industrial..
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