|
dom 05-mar-2006 17:12
(Sigo con el nick de otro usuario porque se me acabaron los menajes)
El policía que había retirado la mochila del guardarropas llamó al jefe de servicio de calle ante nuestra insistencia porque nos devuelvan el dinero. Este se presentó en el lugar y ratificó lo que nos estaba diciendo aquel. Nos dijo que lo único que podíamos hacer era la denuncia penal por las agresiones sufridas y la denuncia civil por el perjuicio sufrido como consumidores, pero que nos olvidáramos de la devolución del importe de los tickets.
Nos presentamos en la Comisaría N° 4, ubicada en Tacuarí 770, para hacer la denuncia. Radicar la denuncia nos iba a demorar bastante en la comisaría porque en sí mismo es un proceso burocrático. Pero, además, para que dicha denuncia tenga validez, nos teníamos que someter a un exámen médico y que nos extiendan un certificado. Obviamente, en la comisaría no había ningún médico legista (debería haberlo siempre), por lo cual teníamos que acercarnos a un hospital público y continuar nadando en un oceáno de burocracia total, que incluiría posteriores citaciones a declarar y demás etcéteras, que no nos iba a llevar a ningún puerto.
La verdad es que, después del mal momento que pasamos, ninguno de nosotros estaba dispuesto a coronar una noche patética con una prolongada e inútil estadía en una comisaría o en un hospital cuando, en realidad, la idea original era pasar una noche agradable con amigos y buena música.
Lo que sí estamos dispuestos a continuar hasta el final, son las acciones legales en el fuero civil. Para ésto, cada uno de nosotros conservó su ticket de ingreso y tenemos numerosos testigos que presenciaron lo sucedido.
Tal vez demoremos meses, tal vez años, para lograr que las ratas que regentean ese aguantadero llamado Big One paguen de alguna manera por la humillación a la que nos sometieron anoche. Pero la paciencia nos sobra y de arriba no se la van a llevar...
Ramiro Varela
D.N.I. 27.010.949
Ticket Nro. 82.662
|