Dicen que en la vida hay que tener un hijo, escribir un libro y planta un árbol, yo solamente he tenido un hijo, pero me siento realizado, pude completar la trilogía perfecta ya que tuve la oportunidad y la felicidad de haber visto a Depeche Mode en Velez, a Kraftwerk en Obras y a New Order en el personal. Que más puedo pedir. Ahora bien, dejando el fanatismo de lado a mi tampoco me gustó el sonido por momentos se generaba mucha saturación, el volumen me pareció bien pero no era de buena calidad. Un párrafo aparte fue el tema de la gente, no quiero que me tilden de racista ni de xenofóbico pero por momentos me parecía que me había equivocado de recital, tal es así que a uno de mis amigos le sacaron la billetera completa del bolsillo delantero del pantalón, una vergüenza, toda una vida esperando para vivir un momento así y terminó en pelotas, 150 mangos, documentos, registro, direcciones, tarjetas, etc. De las otras bandas vi muy poco, Ian Brawn (está todo dicho) y Superville bastante prolijito pero muchas pistas pre-grabadas, igual me gustó. En líneas generales yo diría que el evento en sí fue de 6 puntos, lo de New Order como grupo EXCELENTE, están más vigentes que nunca y pese a que son un icono de los ochenta, suenan bastante actuales. (Peter Hook es el capo de los capos, tiene un carísma impresionante y una cara de atorrante barbara, Berny está un poco excedido de peso pero se la sigue bancando, aunque algunos digan que a los registros altos ya no llega, Stephen Morris siempre con su perfil bajo y el pibito nuevo que no se como se llama, que les puedo decir, yo extraño a Gillian Gilbert y su Emulator.