Son buenas las 2 opciones. Podría hacer las 2 :D
Yo pienso que es un poco de todo ... que hay una mezcla. Por un lado está el tipo de la puerta que decide algo muy subjetivo como "interpretar lo que le pidió el dueño de quien entra y quien no" y además aplicar, ya que tiene ese permiso, quien él personalmente quiere que entre y quien no.
Pero a su vez al dueño dudo que le importe mucho quien entra y quien no por una cuestión de gustos estéticos. Lo que quiere hacer el dueño, casi como todo dueño es ganar plata.. Y el dueño otra vez... muy subjetivamente interpreta "que tipo de gente querrán ver los cliente del dancing".
Y sigue la subjetividad... y el teléfono descompuesto, pero... todo tiene el mismo origen. La discriminación.
Que tristeza.
Esta bueno lo que vos decís pero... a mi me gustaría más formar una campaña de no-discriminación pero no tengo muchas energías para eso.
Además ? La gente esta de acuerdo en no-discriminar ?
Yo creo que el dueño trata de dar a sus clientes lo que los clientes esperan del lugar. El dueño es un turro, casi siempre es asi. Y los clientes... bue... que se yo, ya cambiará esta sociedad.
Es difícil no discriminar aunque a veces parezca tarea sencilla. Nótese que yo por ejemplo tiendo a poner en la misma bolsa a todos los “dueños” de boliches. Cuando en realidad debe haber muchos de ellos que quieran el bien para todos.
Uhhh siempre me enrollo cuando pienso algo. Pero es que son cosas aparentemente tan sencillas de entender y en realidad tan complejas.
Seguramente también hay algo de fascismo en esto (un tipito en este caso muy contento con su poder de decidir algo)...
Gracias por sus comentarios :D