En 1987 los jóvenes que había comenzado a cambiar la cara de la noche gay casi sin quererlo, decidieron que tenían que abrir un lugar más grande, un lugar que hiciera historia entre los gays sacándolos de los sótanos donde se concentraban hasta el momento y dándoles un lugar amplio y cómodo, donde se sintieran protegidos y como en casa. Con esta definición en mente nació Bunker, una disco que hizo historia en Sudamérica, y cuyo nombre aún es copiado por discos de distintos países de la región gracias a la fuerte impronta que dejó en la mente. Si bien durante la noche de inauguración pasaron por Bunker más de 5000 personas, los gays de Buenos Aires tardaron varios meses en acostumbrarse a ir a bailar a un lugar con techos altos, mucho espacio y una soberbia que se alejaba de los sótanos ocultos. Bunker fue uno de los primeros lugares de los países de la región en pasar música House, y al igual que Line y Experiment, lideró la tendencia en la música dándole un lugar a DJs como Ezequiel Deró y Hernán Cattáneo. Más importante aún: la gente de Bunker fue la primera en apoyar la causa de la lucha contra el SIDA, colaborando activamente con hospitales y organizando a gays porteños para recaudar fondos por esta causa. En cada uno de sus 11 años de existencia se renovó completamente para festejar sus cumpleaños, realizando reformas estructurales que año a año agregaban y suprimían salas, escaleras y cabinas. En medio de todas estas reformas y construcciones, el público fiel de Bunker, las 1800 personas que cada noche de viernes y sábado se daba cita en el lugar, fue creando un espacio propio y espontáneo que se convirtió en una institución de la noche porteña, transformando un lugar de circulación en un lugar para quedarse y propio: el túnel. En la época de Experiment y Line , la policía de la ciudad acostumbraba cerrar las discos o detener al público y a sus dueños bajo edictos que venían de los años de dictadura militar, pero con Bunker los agentes tenían que preguntar directamente a los dueños del local para averiguar "qué es eso del túnel y qué pasa ahí"...Bunker se convirtió en un lugar exacto como la definición de su nombre, un sitio donde se respetaba la privacidad de su público, donde no se permitía entrar al periodismo, por donde pasaron ricos, pobres, políticos, empresarios y cualquier persona que se acercara a Buenos Aires y que quisiera encontrar un lugar para gays donde sentirse cómodo. Famosos locales como las divas Moría, Susana, Nacha Guevara (la madrina del lugar), Valeria lynch, Sandra Mihanovich, Gladys la bomba tucumana, Cris Miró, Florencia de la V, Jorge Porcel, internacionales como Gaultier, locomía, Gloria Gaynor, Jeff Stryker, Rupaul y todos los cuerpos de baile y músicos de Madonna y otros músicos que pasaron por Sudamérica en esos años.En la fisonomía de la ciudad, Bunker fue tan fuerte que generó y Barrio Norte se consolidó a comienzos de los '90 la región predilecta por la Comunidad Gay que elegía Buenos Aires como su lugar en el mundo.