Yo no sé si afuera es taaan distinto que acá, más allá de las cuestiones de tamaño de mercado-industria-escena.

Hace un tiempo Portable (un artista sudafricano que vive en uk) me contaba que en Londres la escena APESTA... y que si no fuese por el ciclo semanal de música minimalista, glitch, etc que el mismo lleva adelante no habría nada del estilo... y por ese ciclo ya pasó a tocar gente como Andy Vaz, Twerk y varios otros...
Contaba que la masa escucha lo que las revistas le dicen... un día es progressive... otro es rock... y la masa sigue.

El mismo lleva adelante un sello (Sudelectronic) que edita muy buenas cosas... y se rompe el culo para sacar cada release... es un tipo que no para de moverse y para lograr cada objetivo que se propone agota todas las opciones y nunca deja de lado la calidad artistica.

Quizás una diferencia sea el profesionalismo con que se encaran las cosas. Hay situaciones más adversas que otras... y acá es bastante adversa... pero no es justificación, sólo hay que remar más. Y tampoco se puede culpar al público. La famosa frase "la gente no me entiende" es real... pero la cuestión es que no es culpa de la gente que no te entiendan! Hay que preocuparse por llegar a la gente de manera que entiendan tu mensaje.

Empecemos a preguntarnos qué diferencia hay entre Rosario y Buenos Aires para entender un poco por qué se dan determinados fenómenos. Porque es la misma gente (misma cultura, mismo país... un par de cientos de kilómetros de distancia nomás) y allá hay una escena que explota con Villalobos... y acá con Sander Kleinemberg.

Dónde radica la diferencia, no estoy seguro... pero la gente no deja de ir porque lean una nota en la que dice que el techno rock es la vanguardia.

La mayoría de la gente que va a +160 no tiene idea quienes son Teebee, Photek, London Elektricity... ni siquiera Roni Size. Pero en el lugar se disfruta mucho la música que suena y se logra un vibe distinto.

Mi opinión es que hay lugar para todos... y la clave está en ocupar lugar, no esperar a que se arme un vacío. Hoy todos hablan de lo bien que va el ciclo de Orange... pero durante cinco años hizo fiestas para 50 personas, menos de las que hoy van a ver a Boeing o a Lamas.


Por otro lado, Carlos Alfonsín contaba en un reportaje que viviendo en Alemania, ponía tracks de gente de allá y el público se sorprendía cuando se enteraban quienes los hacían... porque no los conocían! Y hablamos de Alemania... no de Burzaco. No es tan idílico el exterior en materia cultural. Ellos no están tan bien como nos imaginamos y nosotros quizás no estemos tan mal, pero no tengo duda que hay mucho para mejorar por estos pagos.

Saludos,

iojan