P.- ¿En qué sentido?

T.R.- Se escucha en grupo, socializando. No es la típica historia introspectiva, que uno oye encerrado a solas en su habitación, llorando. Nuestra música muchas veces está ligada al recuerdo de una experiencia común, de un momento que un grupo de personas ha vivido reunido? A mí me encanta cuando la gente dice que nuestra música es la banda sonora de un rato magnífico que pasó con un grupo de amigos.

P.- ¿La electrónica ha sido tan revolucionaria como lo fue el rock en los años 50?

T.R.- No, no es tan radical como fue el rock & roll. Desde luego, en los años 50 muchos padres lo veían como algo muy peligroso.

P.- También hoy muchos padres observan con desconfianza la música electrónica por su hipotética conexión con las drogas.

E.S.- Bueno, es habitual que haya gente que, cuando se reúne, tome pastillas y escuche electrónica, pero no siempre es así. Con las drogas sucede igual que con las hamburguesas: muchas personas que las toman de jóvenes dejan de consumirlas cuando crecen. Lo que me parece lamentable es que se asocien las drogas sólo a la música electrónica:_toda la música se alimenta de las drogas. Aunque, desde luego, nosotros no animamos a la gente a meterse nada.

T.R.- A mí lo que me molesta es la hipocresía y el doble rasero. La gente con frecuencia se droga en los parques, pero no cierran los parques, sólo cierran los clubes.

P.- Un estudio llevado a cabo recientemente entre varios parlamentarios italianos desveló que uno de cada tres consumía algún tipo de estupefaciente y, efectivamente, la policía no ha clausurado la Cámara de los Diputados italiana...

T.R.- ¿Ves? La de las drogas es una cuestión muy compleja. La gente las toma por motivos muy distintos.

P.- ¿Cómo ven el futuro de la electrónica? ¿Seguirá viva dentro de medio siglo?

T.R.- Sí, por supuesto que sí. Es sólo otra forma de hacer música. Pero igual que hay gente que sigue tocando la mandolina, siempre habrá quien haga electrónica.

P.- Van a actuar en Madrid y Barcelona. ¿Qué relación mantienen con el público español?

E.S.- Conectamos muy bien. Es un público hedonista y al que le gusta la fiesta.

P.- Para ustedes, ¿qué supone hacer un concierto? Se lo pregunto porque mucha gente aún no concibe que se pueda tocar en directo música electrónica...

T.R.- Cuando empezamos a actuar en vivo, algunos se preguntaban dónde estaba la gracia de oír el sonido de una batería, por ejemplo, sin ver a un tipo tocando la batería. Yo creo que, afortunadamente, esas prevenciones son parte del pasado. Por supuesto, nuestros conciertos son distintos a los de una banda de rock, pero la electrónica es una música muy, muy física.

P.- ¿Se ven todavía tocando juntos con 60 años, como The Rolling Stones? E.S.- Cómo ellos no, por Dios, por equilibrio mental. Desde luego, a mí no me gustaría hacer lo que hago con 65 tacos. Pero no me malinterpretes: me encanta lo que hago.