Uno de los dueños, alma mater y residente de Cocoliche, ya un representante imprescindible de la escena Techno Argentina y actualmente booker para otros clubes y eventos, Adolfo vino a darse una vuelta por el Jardín y nos contó de todo, pasando por sus aventuras por Europa, las propuestas de Crobar, las organizaciones de eventos en general, la ley de nocturnidad, la música que escucha actualmente y sus planes de contactar con E.T.

¿Qué opinión te merece la regulación de horarios de boliches del actual gobierno porteño, los afectó mucho esto?
Merece la peor opinión, meten en la misma bolsa todo tipo de local bailable y nos tratan como si fuéramos delincuentes que al salir del club nos peleamos y rompemos todo, cuando en realidad la gente del circuito electrónico es la más tranquila de todas. Y no me gusta ninguna ley que limite mis derechos civiles, ya que soy lo suficientemente grande como para decidir a que hora voy a bailar, a que hora vuelvo y cuánto alcohol tomo.
Me gustaría saber qué estadística es la que mejora con estas leyes, que es lo que buscan, yo siento un complot para hacer que la gente sea infeliz y que nadie se sienta merecedor de buenos momentos. En conclusión me parece una ley NAZI, y aunque me llame ADOLFO no me cabe ni un poco.
Y si, nos afecta, Cocoliche es un club donde la gente está acostumbrada a ir a cualquier hora, a lo mejor después de ir a otro club o bar, y ahora eso no es posible. No existe más la de salir de tour nocturno, ahora vas a un lugar o a otro.
Que no se pueda entrar después de las 4 es ridículo, y que no se pueda vender alcohol después de las 5 es un desastre. Nos están persiguiendo como si fuéramos la peste, cuando en realidad los clubes son un lugar de contención, donde la gente va a pasar un buen rato, a distraerse del quilombo que nos hacen vivir los mismos gobernantes que dictan estas leyes y que deberían estar ocupándose de los problemas en serio, de raíz, no estar tomando estas decisiones primitivas de derecha. Lo más lógico sería educar a la gente y no reprimirla, toda represión tiene secuelas y ya bastante reprimida es la humanidad entera como para que un grupo de amargados se empeñen en bajonearnos. ¿O qué? ¿Nunca fueron jóvenes? ¿Nunca la pasaron bien? ¿O nacieron ya viejos, chotos y amargados? Como dijo el sabio Luca Prodan: ?Estamos rodeados de viejos vinagres? todo alrededor?. La verdad es que lo único que buscan son los votos de otros viejos chotos.