A mí Ricky nunca me falla, pero la verdad es que el clima le jugó demasiado en contra.

No entiendo de tecnicismos, aclaro. Ni sé nombres de temas. Me guío por sensaciones, nada más.

Arrancó 4.30. Primero me pareció que los dos DJs que estaban antes no querían bajarse de la cabina. Había muchísimo viento en la terraza, viento frío, onda unos 15 grados.

Musicalmente fue muy bueno, aunque creo que Ricky tuvo que cambiar sobre la marcha y meterle más acción al set que había previsto, porque si no el grupete que le hizo el aguante iba a quedar congelado. Así y todo, tuvo momentos de brillante lucidez, con esa energía-conexión musical que de a ratos (varios ratos) hizo que me olvidara del frío.

Dos horitas de Ricky Ryan son dos horitas de placer. Ojalá lo veamos más seguido.

PD: es una vergüenza que Pachá no ponga ni siquiera una lona detrás de la cabina para evitar semejante viento que viene desde el río, loco.