Querido Diegho encuentro en tu mensaje algo de una discusión que he mantenido con cuanto artista he cruzado por el camino.
Esto de la búsqueda personal del tipo para lograr abrir un camino que le permita expresar sus ideas y mantener vivo el motor que lo impulsa a hacerlo. Siempre se manifiesta de manera tal que el mismo no pierda la propia identidad que hace que su obra se convierta en integra, tanto para si mismo como para aquel público que se identifique con ella.
En el camino, encontrará cuestiones inevitables como la fama y el dinero, que el mismo deberá determinar si son realmente importantes a la hora de cambiar los valores que lo llevaron a esa identificación con su público, y si un eventual giro de timón en su obra, es realmente una nueva faceta en su expresividad o solo una consecuencia de estos factores externos. El artista se replanteará sus objetivos, y el público decidirá.-
A veces es muy difícil no traicionar tus ideales cuando sabemos que, en este caso por ejemplo, un músico en Argentina no es sinónimo de un trabajador reconocido monetariamente por su labor. Pero por lo menos según mi parecer, la esencia de la obra de un artista pasa por otro lado, cuando dichos factores intervienen y contaminan la obra, se pierde esencialmente aquel potencial artístico.