BALANCE 2020
El año de la pandemia

notas JUE 31 DIC 2020

Cada año, finalizando el mes de diciembre, desde Buenos Aliens realizamos una nota como balance de lo sucedido. Ese momento de parar la pelota y reflexionar, en este 2020, es un tanto diferente. La pelota nunca entró en acción, el baile no existió. Haciendo de la reflexión una constante y poniendo en evidencia muchas problemáticas que con el fulgor de la actividad quedaban en segundo plano, encaramos el balance más particular en los 22 años de recorrido de nuestra web.

Balance 2020

Fueron varios los artículos durante este año en los que nos dedicamos a analizar y entender lo que significaba la situación de pandemia para la escena electrónica -al pie de esta nota pueden encontrar los links donde nos sumergimos en las perspectivas de djs, productores, realizadores y dueños de clubs-.

Desde el mes de marzo, la actividad de clubs y bares tal como la conocíamos, dejó de existir. Si bien en los últimos meses se dieron algunas aperturas parciales -espacios al aire libre o bares con aforo limitado y sin baile-, la realidad nos indica que estamos lejos de la vieja normalidad, y -aunque duela- es claro que al menos durante la primera mitad del 2021 nada cambiará demasiado.

Más allá de lo necesario que es el ocio y el baile para una sociedad, hay una problemática anterior que se desprende de todo esto: la precariedad laboral a la que están sometidos los diferentes actores de la industria. El 2020 fue un año nefasto para artistas, sonidistas, iluminadores, bartenders y las diferentes labores cuya subsistencia depende de la industria nocturna. Si bien a nivel nacional, la precarización alcanza a casi cualquier rubro, el fenómeno que atañe a nuestra escena encuentra similitudes con lo que pasa en diferentes partes del planeta. Es decir, escenas de países desarrollados se encontraron, también, con una realidad muy desfavorable.

No es nada nuevo, que, en la charla con algún artista experimentado, surja la pregunta ¿Para cuándo un sindicato de djs? Es una pregunta que a lo largo de las últimas dos décadas no encontró un puerto seguro, mas allá de algunos intentos de organización como Adisc. De este 2020, podemos destacar que, en Córdoba nació la UMI (Unión de Musicalizadores de Córdoba), atendiendo primariamente las problemáticas surgidas a partir de la pandemia, esperamos que se convierta en un proyecto que trascienda lo particular y se extienda como un ejemplo a nivel nacional.

Como contraparte de la inactividad de shows presenciales, con el inicio de la cuarentena nos encontramos inundados por la oferta de djs transmitiendo sesiones desde sus habitaciones, cocinas o patios. Entendiendo esto como un reflejo instintivo -dado que la tecnología permite hoy poder realizarlos sin problemas con un celular y conexión a internet-, luego de algunos meses la oferta sobrepasó por mucho a la demanda, generando un agotamiento de este tipo de contenidos.

El streaming como herramienta dentro de la escena existe hace muchísimos años y probablemente todavía tiene bastante por dar -siempre que el producto ofrezca algo más que la media, ya sea desde la producción o la curaduría-. Pero está claro que, pensarlo como un reemplazo de lo que se puede vivir en un club o fiesta, carece de todo tipo de sentido.

Si hablamos de cómo fue este año para productores y músicos, nos encontramos con algunas dualidades. Para algunos, el encierro en el estudio fue la excusa ideal para generar música como nunca antes, para otros, la falta de un horizonte claro sobre cuando se podría volver a poner música para bailar, los llevó a no producir o a enfocarse en música más introspectiva, dejando de lado los beats para el dancefloor.

Los formatos, las vías y la periodicidad de lanzamientos fue mutando acorde al contexto. Los releases digitales tomaron mucha más fuerza ante la dificultad de fabricar y distribuir vinilos. A su vez, los compilados tomaron el centro de la escena, reuniendo en una misma entrega a 10 o 20 artistas, unidos por lo sonoro o lo geográfico. Si hubo un ganador entre las plataformas de venta durante este año, no quedan dudas que fue Bandcamp. Es que, apoyados en varios años de trabajo y proponiendo una relación más directa entre usuario y artista o sello, lograron convertirse en el favorito. Entre las medidas clave que impulsaron, se destacaron los “Bandcamp Friday”, días en que la ganancia de las ventas quedó en un 100% para el realizador.

En la sección música de nuestra web pueden encontrar una importante cantidad de reseñas que realizamos sobre lanzamientos discográficos que tuvieron salida durante 2020.

¿La electrónica subsiste sin la noche? ¿Los espacios independientes toleran más tiempo sin abrir con el total de su capacidad? ¿Habrá mercado para la misma cantidad de artistas que en el pasado? El 2020 nos deja con más incertidumbre que certezas, no quedando otra opción que aferrarnos a lo que más nos importa: la música.

Desde el equipo de Buenos Aliens agradecemos el apoyo de nuestros seguidores y de los artistas, y les deseamos un feliz 2021.

Texto: Dante y Damián Levensohn.

Enlaces:
Coronavirus: El impacto en la escena
Coronavirus: La electrónica en tiempos de pandemia
Coronavirus: El momento del streaming
Coronavirus: Los clubs en estado crítico
Coronavirus: Productores, sellos y la venta de música

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