01 JUN AL 05 JUN 2005
Mutek 2005, Montreal, Canadá: Un pasaporte al descubrimiento
























Mutek 2005 Montreal, Canadá Festival de música, sonido y nuevas tecnologías Un pasaporte al descubrimiento Del miércoles 1 al domingo 5 de junio de 2005, con la presencia de más de 130 artistas de diversos países, se realizó en la sofisticada ciudad de Montreal (Quebec, Canadá) la 6ta edición de este vanguardista festival dedicado a la experimentación sonora y visual en el ámbito de la música electrónica y el arte digital. Ante las efectivas propuestas dance a las que estamos acostumbrados en Buenos Aires –que recurren a nombres taquilleros para asegurarse el éxito masivo y comercial ante una audiencia poco informada-, la posibilidad de asisitir a un festival distinguido en la escena internacional por sus aportes exploratorios es realmente refrescante e inspiradora. Concebida por Alain Mongeau hacia finales de los '90 como una organización sin fines de lucro -apoyada principalmente por la organización Ex-Centris, el gobierno canadiense y el de Quebec-, desde el año 2000 MUTEK presenta anualmente una serie de shows y performances que en primera instancia han servido para promocionar numerosos talentos locales como Marc Leclair (aka Akufen), Crackhaus, Mathew Jonson, Egg, Stephen Beaupre y Scott Monteith (Deadbeat) entre otros, y también a varios talentos internacionales como Uwe Schmidt (Atom Heart), Richie Hawtin, Matthew Herbert, Taylor Deupree, Thomas Brinkmann, Vladislav Delay (Luomo), Tobias Thomas, Robert Henke (Monolake) y los chilenos Ricardo Villalobos y Luciano, por mencionar algunos que ya pasaron por sus escenarios. Este año la apuesta artística se renovó una vez más mediante el reclutamiento de novedosos proyectos artísticos poco difundidos hasta ahora, que oficiaron como un anticipo sobre los diferentes caminos que adopta la tendencia actual en música elecrónica. Yendo de lo experimental al beat La innumerable cantidad de actividades que se sucedieron a lo largo de 5 intensas jornadas se repartieron en 5 sedes distintas: el cine del edificio de Ex-Centris, el Museo de Arte Contemporáneo de Montreal, el Hotel Godin, el Musée Just Pour Rire (o Museo Solo Para la Risa, un enorme teatro de varios pisos donde habitualmente se presentan obras cómicas), la sala de espectáculos Metropolis y la Place de l’Homme en el Parque Jean Drapeau, donde todos los domingos de verano se realiza un singular evento bautizado Piknic Electronik. Ex-Centris Los espectáculos que se presentaron el primer y segundo día en la sala Cassavetes del Ex-Centris (del estilo del cine del Malba, pero más grande) privilegiaron la presencia visual en sincronía con el sonido. La enorme pantalla de la sala alternó el primer día la nostálgica instalación Auto_Save del trío canadiense nAnalog, una reflexión sobre la memoria mediante la recontextualización de varios videos de 16 mm, con la propuesta imaginativa que ofreció el duo vienés tINYLITTLEeLEMENTS y el encuentro del artista noruego Biosphere con el artista alemán multimedia Egbert Mittelstadt: imágenes poéticas que cuadraron perfectamente con una mansa ambientación sonora. El segundo día la sala de Ex-Centris presentó en primer lugar una onírica incursión en el sónico universo del artista "torontés" Akumu. Una serie de collages visuales que incluyeron imágenes de centroamérica y animaciones bi y tridimensionales para acompasar sus cambios de frecuencia sonora. Luego siguieron los napolitanos Martux_M+Mattia Casalegno con una amalgamación entre los sonidos cinematográficos del primero y las imágenes orgánicas del segundo. Como remate final del ciclo, la hiper-precisa interfaz audiosonora del holandés Bas Van Koolwijk transformó el circuito de señales de audio y video en un híbrido entre registros electromagnéticos y una sucesión de cuadros pintados vertiginosamente al compás del sonido. asKaa El Museo de Arte Contemporáneo albergó la instalación visual asKaa, un interactivo ecosistema vegetal digital del dúo experimental canadiense Skoltz_Kolgen, que a lo largo de los 5 días fue presentando diversas intervenciones sonoras en vivo. Artistas como Richard Chartier y Taylor Deupree afectaron las raíces, tallos y hojas de una suerte de "planta" proyectada en dos enormes collages de cartulinas blancas enfrentados dentro de una enorme sala oscura. Paneles El Hotel Godin, de neto estilo design, albergó los 6 paneles de debate que se realizaron bajo el nombre Mutek_Intersection con la intención de reflexionar e intercambiar experiencias sobre los distintos ámbitos en que se desarrolla la escena electrónica actual en el mundo. Allí se trataron temas como la apropiación artística, las nuevas iniciativas de la era digital, los desafíos de los sellos, promotores y comunicadores del medio, los mercados emergentes y los nuevos híbridos culturales. Algunos de los panelistas fueron el legendario Uwe Schmidt (Atom Heart, Sr. Coconut o uno de tantos alias más que utiliza este pintoresco alemán radicado en Santiago de Chile), Marc Leclair (Akufen), el experimentado periodista estadounidense Philip Sherburne, Christian Virant (del proyecto chino fm3), John Acquaviva (el reconocido DJ canadiense, promotor del Final Scratch), el mexicano Roberto Mendoza (del Colectivo Nortec) y la chilena Cecilia Amenábar (en representación del sello marplatense Casa del Puente). Musée Just Pour Rire En el Musée Just Pour Rire se presentaron durante los 5 días la mayoría de los shows. El puntapié inicial se dio en el cocktail de inauguración, donde el productor local Mossa (dueño del sello Complot) presentó su novísimo proyecto hip-hop Curlee Peloso. Ese mismo día, pero más tarde, sobresalió la impecable presentación de Radian, un virtuoso power trío austríaco de la experimentación. Elementos tomados del jazz, folk y rock -reflejados en los sonidos del bajo y la batería- se tiñieron de sonidos electrónicos programados para derivar en una aceitada máquina en vivo. El baterista Martin Brandlmayr después volvió a asombrar al público con su destreza en el manejo de los palillos y las escobillas junto al alemán Nicholas Bussman, con quien exploran las nuevas formas del pop en un proyecto que ambos comparten como Kapital Band I. El segundo día por la noche el alemán Robert Henke, uno de los desarrolladores del software que más utilizan los artistas electrónicos, el Ableton Live, realizó una impresionante instalación sonora inspirada en los sonidos de una tormenta. Escuchar semejante producción en un sistema de 8 vías fue simplemente algo único. Luego fue el turno del argentino Pablo Reche. Emocionado por efectuar su set luego de la tormenta de Robert Henke y antes de su admirado John Duncan –reconocida leyenda estadounidense de la experimentación-, él y Leonardo Ramella (o Emisor) fueron los únicos que efectuaron sus performances "mezclando" sus propios tracks. Si bien sus producciones musicales merecieron el respeto y la atención de la audiencia, a sus performances definitivamente les faltó sangre y espíritu. Un elemento clave en un festival en el cual casi la totalidad de los shows fueron en vivo, dotados de una esencia y una energía fundamental que solo un live act puede transmitir desde el escenario. El tercer día los locales Dafluke y Luci presentaron durante la tarde su nuevo material, que sirvió para ponerle beats al asunto en clave de tech-house bailable. Por la noche, los shows de Direwires, Klimek y Tim Hecker, Meek, Bruno Pronsato y Pan/Tone resultaron una secuencia lógica increscendo, solo interrumpida por el potente show de Apparat. Vayamos por partes. Los dos primeros generaron una ambientación deep cuya atmósfera minimal fue subiendo de ritmo con el techno de Meek, una versión condimentada de voces y melodías sutiles que hizo explotar por primera vez a todos los espectadores juntos en la pista del último piso del Musée. Bruno Pronsato llegó de Seattle para agregarle pimienta al asunto y siguió haciendo bailar a todos con un techno más rítmico y lineal. En el siguiente show, el alemán Apparat aportó una cuota rockera a las performances con laptops con un intensísimo show de breakcore entrecortado por un ruidismo con mucho sentido artístico. A pesar de que en un momento se colgó su computadora –el talón de Aquiles de estos live acts-, arrancó de nuevo y agitó la pista para dejarle el último bloque de la noche al canadiense Pan/Tone. El útimo artista del tercer día hizo honor a su otro seudónimo, Sid LeRock, valiéndose de sintetizadores distorsionados y bajos profundos con cierto aire rockero que se alternaron en un show cuyo sonido combinó oscuridad con explosividad. El cuarto día le tocó el turno a los latinos. Danieto, un joven artista chileno de 21 años, demostró ser un gran programador mediante su concentrado show experimental hecho a base de cálculos algorítmicos que arrojaban infinitos microsonidos en clave IDM. Luego siguió la representación argentina a cargo de Emisor, y después fue el turno de Mendoza, miembro del colectivo mexicano Nortec, que dotó su show de raíces mexicanas con guitarras "chaparritas" y algunas voces muy "chidas" que entusiasmaron a la audiencia. El dúo chileno Skipsapiens (Pier Bucci+Danieto) presentó un interesante show experimental que fue preparando el terreno para el remate de otro chileno más: Andrés Bucci. Su set en vivo de experimentos techno-rítmicos puso a todos a bailar como precalentamiento para la noche más esperada, y lo convirtió en la revelación latina del festival. En el estudio de planta baja del Musée Just Pour Rire tuvo lugar además –de jueves a sábado- un festival paralelo itinerante llamado Placard. De origen francés, el mismo se presentó como una serie de sesiones ininterrumpidas de artistas que fueron transmitidas en vivo a varios auriculares distribuidos en una sala llena de asientos y cómodas colchonetas (las transmisiones también se podían seguir a través de Internet). Metropolis La noche del sábado en la sala Metropolis merece un relato aparte. Primero bien vale la pena situarse en el lugar. El teatro presenta una disposición aterrazada en el fondo –con varias mesas altas y taburetes como para disfrutar de los shows en vivo con una muy buena visión del escenario-, y tiene un palco superpullman en el piso superior, donde también se puede disfrutar de las performances cómodamente sentado. El inmediato cambio de pantallas de proyección para el set de cada artista y una muy buena puesta de luces ambientaron perfectamente la velada. Ahí arranco Monolake a las 9 de la noche con un techno pistero en vivo como el que suelen despachar los alemanes (no había que perder tiempo... la gente después de tanta experimentación esperaba esa noche para bailar). Siguió un excelente show de Mathew Jonson quien, con un estilo muy personal basado en sus experiencias con el techno, el house y el jazz, puso a unas dos mil personas a bailar al rojo vivo, permitiéndose incluso coquetear con algunas melodías tomadas del trance sin perder su estilo. Ricardo Villalobos se perdió el avión en Frankfurt y lo que pareció un plantón general, al público que lo esperaba ansioso y a su compañero de Sense Club, Luciano, derivó en una inspirada improvisación dosificada. Primero fue el turno del show en vivo de Luciano quien, a pesar de la sobrecarga que hizo detener su show en la mitad, sacudió la pista con beats oscuros y sus personales arpegios de guitarra. La segunda cuota de inspiración (la mayoría comentaba que en definitiva fue mejor la ausencia de Villalobos) llevó al escenario de Metropolis a la dupla Atom Heart+Original Hamster (el chileno Vicente Sanfuentes, cuya presentación en el MUTEK anterior fue muy aclamada y esta vez estaba solo como asistente técnico). Luego de juntar algunas máquinas (una MachineDrum, una Roland TR 808, una TB 303, una MPC3000 y un sampler/sequencer Korg), ensayaron una hora antes y presentaron un show netamente improvisado (Atom Heart llegó sin su material ya que solo fue a participar en un panel), cuyo sonido luego ambos describieron como "Acid-ton". Una mezcla explosiva de acid techno y reggaeton que enloqueció a la pista con un show para el recuerdo. El cierre de la noche estuvo a cargo de los suizos de Galoppierende Zuversicht, que llevan la performance en vivo un paso más adelante prescindiendo de computadoras, utilizando sus máquinas caseras -con cables al aire- y algunos sequencers para ejecutar dos horas de psicodelia techno con mucho groove. A las 3 y media se terminó todo. Piknic Electronik El domingo, quinto y último día, fue sublime. En el marco del Piknic Electronik, un evento único que ameniza las tardes de los domingos de verano bajo una escultura de Calder en un parque de la isla Saint Helene, el MUTEK presentó los shows de Serafin y Stephen Beaupre (de Crackhaus), ambos de excelente performance, y el de Pier Bucci, que compartió la segunda mitad del show con su hermano Andrés Bucci. Después de ellos se dio el primer y único dj set del Mutek: un back to back de Luciano con Serafin cuyo set uplifting/levantador regaló a unos 3 mil presentes el sonido más adecuado para disfrutar del atardecer al aire libre, con el perfil del centro de Montreal en la orilla opuesta. Final El cierre oficial del festival, el domingo a la noche en el Musée JPR, tuvo su primer highlight con el local Pheek vs. el estadounidense Off the Sky, que cambiaron de laptops compulsivamente durante un show de atmósfera deep. El inglés Thomas Melchior le añadió soul al espíritu techno y minimal que pobló la pista del Musée, sonido del cual SoulPhiction se alejó para brindar un show arengador acompañado por la voz de Suzana Rozkosny. Para el último show del festival el brasilero Nego Moçambique presentó un potente set que incluyó baile y canto para una fusión de electro, reggae, techno y funk... un cocktail explosivo a cargo de un carismático artista que no podría haber cuadrado mejor en otro momento de la programación. Disfrutar de los shows en salas perfectamente equipadas (el trabajo de producción estuvo impecable, tanto a nivel técnico como de organización) y con un público muy respetuoso y civilizado, sumado a una delicada puesta en escena con muy buen acompañamiento visual, dejaron como saldo una sensación esperanzadora que nos lleva a desear que pronto podamos disfrutar de un espectáculo así en Buenos Aires. Texto y fotos: PoLee, exclusivo para Buenos Aliens.

Artistas Relacionados:
Mutek 2005 Montreal Canadá
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Un pasaporte al descubrimiento
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Ex-Centris
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nAnalog
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tINYLITTLEeLEMENTS
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Biosphere
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Egbert Mittelstadt
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Akumu
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Martux_M+Mattia Casalegno
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Bas Van Koolwijk
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asKaa
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Skoltz_Kolgen
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Richard Chartier
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Taylor Deupree
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Paneles
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Uwe Schmidt
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Marc Leclair
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Philip Sherburne
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Christian Virant
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John Acquaviva
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Roberto Mendoza
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Cecilia Amenábar
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Musée Just Pour Rire
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Mossa
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Curlee Peloso
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Radian
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Martin Brandlmayr
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Nicholas Bussman
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Kapital Band I
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Robert Henke
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Pablo Reche
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John Duncan
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Leonardo Ramella
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Emisor
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Dafluke
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Luci
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Direwires
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Klimek
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Tim Hecker
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Meek
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Bruno Pronsato
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Pan/Tone
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Apparat
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Sid LeRock
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Danieto
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Mendoza
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Skipsapiens
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Pier Bucci
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Andrés Bucci
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Metropolis
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Monolake
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Luciano
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Original Hamster
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Vicente Sanfuentes
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Piknic Electronik
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Serafin
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Stephen Beaupre
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Final
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Pheek
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Off the Sky
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Suzana Rozkosny
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Nego Moçambique